Es payaso ¿y qué?

Hay momentos en la vida en donde sentimos un llamado, no sabemos de qué o por qué, pero algo en nuestro interior nos dice que nos necesitan en alguna parte. Esto no significa que estemos incompletos, al contrario, hay un estado de tranquilidad a nuestro alrededor que eso nos impulsa a dar más de nosotros. Justamente es lo que le ocurrió a Rafael Reynoso, autor de Entre risas y lágrimas, que publicó su libro con el apoyo de Comunicación Global Design y Autopublica tu libro. Un día recordó que desde pequeño su familia y amigos le decían “payaso”, a veces por sus ocurrencias y buen humor, y otras en forma de burla; sin embargo, ese característico personaje que él sabía que llevaba dentro fue lo que lo motivó para ser un médico de la risa. Todas esas experiencias y más están plasmadas en el libro, el cual obtuvo la categoría de Best Seller en Amazon en Biografía. Todos recordamos con cariño aquel entrañable personaje de Patch Adams, interpretado maravillosamente por Robin Williams, para nuestro autor es el referente por antonomasia de esta noble causa. En su libro nos cuenta que el primer día que se presentó a su nuevo trabajo −porque en las grandes anécdotas que nos comparte pondrán constatar que efectivamente es una gran labor− no contaba más que con una guayabera blanca y su nariz roja, pero lo más importante es que en ese momento descubrió que un clown se construye desde el corazón; y qué mejor cuando el personaje ya forma parte de ti, te eligió. Rafael de inmediato supo que ese era su lugar, llevarle un poco de felicidad y consuelo tanto a los niños como a sus papás o cuidadores es una medicina que solo el “Doctor Zote” es capaz de administrar. La relevancia de los médicos de la risa está en que no son únicamente personas que van a sacar sonrisas o a repartir globos, son seres humanos que se preparan para entender por lo que pasa el enfermo y sus allegados; acuden a talleres, toman cursos, son autodidactas y siempre están con la mejor disposición para aprender algo nuevo, lo importante es brindarle la mejor atención a sus pacientes como lo haría cualquier doctor.